sábado, 10 de septiembre de 2016

Incontinencia después del embarazo.
Desbordando y perdiendo el control

Mayra Isel Rodríguez Garza
Psicóloga Social, Sexóloga, Moon Mother.
Terapeuta individual, de pareja. Bendiciones y Sanaciones de Útero.
mayraisel@gmail.com



Ese goteo involuntario que sientes al reírte, estornudar, toser o hacer un esfuerzo fuerte, es una de las sensaciones más incómodas que quedan en algunas mujeres después del embarazo. Aunque físicamente sabemos que el paso de bebé por el canal vaginal cuando es parto natural puede debilitar los músculos, también sabemos que mujeres que han tenido cesárea tienen el mismo padecimiento, además el mismo peso de bebé durante el embarazo puede causar esta molestia desde antes de que nazca y verse magnificada en el postparto.

En este momento estamos aquí para explorar el significado psicosomático de ésta situación en donde los músculos del esfínter de la uretra se debilitan y se pierde el control, no se puede controlar la presión de la orina… y esto llevado al plano simbólico sucede cuando sentimos que no podemos soltar la presión de lo que creemos que “debemos ser”, de todas las expectativas que tu misma o que los demás tienen sobre tu rol del ser madre, olvidando cómo poder ser mujer también.

Sucede cuando sentimos que nos desprendemos de algo demasiado rápido y sin control, psicosomáticamente representa la sensación de fracaso a la idea de poder estar de nuevo sola después del parto, de tener espacios para no ser sólo tu, de buscar ayuda y soporte pero no encontrarla; cosas bastante comunes en el postparto. Es un estado de cambio y reestructuración, donde pensábamos que las cosas podían planearse de alguna forma y nos damos cuenta de que no está siendo así.
Es un espacio en el que surgen momento en los que deseamos estar solas un momento, descansar, tener tiempo para lo que sea que queramos hacer y no lo tenemos; y además no podemos decirlo porque sentimos culpabilidad y es ahí, donde queremos buscar ayuda y nos detenemos por miedo a sentirnos juzgadas, lo que genera que la culpa, el cansancio y la presión se desborden y perdamos el control.


Y… ¿qué hago?!, primero respira, reconoce que es normal lo que sientes y que no te hace una mala madre ni persona, reconoce dónde puedes encontrar círculos de maternidad, de lactancia, de postparto, cualquier círculo de mujeres que te llame en este momento de tu vida para poder formar parte de él y compartir cómo te sientes, sin sentirte juzgada. Recuerda que es una etapa de tu vida y que poco a poco podrás ir encontrando de nuevo el balance para poder realizar de nuevo tus actividades independientes del ser mamá. Por el momento, suelta en momentos el control, aprende a convivir con los imprevistos fluyendo espontáneamente con el agua de la vida.

Segundo, visita a tu partera. En Luna Maya las parteras están capacitadas en rehabilitación de piso pélvico y estamos para ayudarte a ir recuperando el "control". Si estás en el DF te invitamos también a nuestra clase de hipopresiva, una técnica demostrada para mejorar la capacidad de los esfínteres a trabajar con las órdenes de tu cerebro. Hay soluciones, estamos para servirte.