jueves, 10 de diciembre de 2015

Cuando perdemos en la vida:

He aprendido que las mujeres necesitan una partera ferozmente vulnerable. Cuando caminan el laberinto del duelo, necesitan saber que su partera también es mujer, femenina, vulnerable, capaz to tocar la locura. El resto del mundo ya le dirá que continúe su vida, que ya tendrá otro y que canalice su dolor de manera “apropiada”. Pero creo que las mujeres son más fuertes, mejor apoyadas y se colocan en su poder absoluto cuando sus parteras las acompañan en el “Que hay aquí AHORA” y caminan con ellas sumergidas en el lado obscuro. Que la partera también sienta la presencia del dolor, que lo honre, que lo sienta en toda su presencia enfurecedora. Entonces la partera se vuelve una hermana real, no una serie de técnicas descritas para “integrar la muerte de un ser esperado”. La muerte no se integra, la muerte es y desgarra lo que no sabías que se podía romper. Y cuando se rompe lo que no sabías que había, solo puede nacer lo que nunca imaginaste que podía nacer.

2 comentarios:

  1. Es triste leer esta nota, sobre todo después de haber visto con mis propios ojos la crueldad de las parteras de Luna Maya DF, las condiciones tan precarias en las que atienden a las futuras madres, la falta de recursos, la frialdad en su corazón, la manipulación física y mental que ejercen, el abuso y la manera tan cruel de conducirse. Carecen de empatia, no se preocupan por las futuras madres y menos por sus hijos.
    Hoy, solo puedo decir no tienen perdón de Dios.
    No caigan en manos de estas brujas, rompen una ilusión y la convierten en una verdadera pesadilla.

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  2. Es triste leer esta nota, sobre todo después de haber visto con mis propios ojos la crueldad de las parteras de Luna Maya DF, las condiciones tan precarias en las que atienden a las futuras madres, la falta de recursos, la frialdad en su corazón, la manipulación física y mental que ejercen, el abuso y la manera tan cruel de conducirse. Carecen de empatia, no se preocupan por las futuras madres y menos por sus hijos.
    Hoy, solo puedo decir no tienen perdón de Dios.
    No caigan en manos de estas brujas, rompen una ilusión y la convierten en una verdadera pesadilla.

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