Candidiasis, una
petición de nuestro cuerpo para poder decir “No”
Mayra Isel Rodríguez Garza
Psicóloga Social, Sexóloga, Moon Mother.
Terapeuta individual, de pareja. Bendiciones
y Sanaciones de Útero.
mayraisel@gmail.com
Irritación, ardor, comezón
en la vulva y entrada vaginal, enrojecimiento e inflamación de la vulva son los
síntomas más comunes y molestos de la candidiasis, ésta ocurre cuando el hongo
de la cándida sobrepasa los limites de su equilibrio natural con el que debe
estar regularmente presente en nuestro organismo.
Sientes que tienes tanta
comezón que no puedes dejar de pensar en que quieres rascar tu vulva o frotarte
en un sillón o dónde sea, sientes tanto ardor que sólo deseas que llegue a ti
algo que pueda refrescar un poco esa sensación en tu vulva, y tienes emociones
encontradas porque tanta molestia te aleja de poder estar en un lugar de
tranquilidad, pero al mismo tiempo es esta molestia y la necesidad de calmarla
la que no te deja profundizar en la emoción más interna que pudo haber
desequilibrado tu homeostasis vaginal en un principio.
Cuando descartamos una
evidente razón física para que se presente la candidiasis, debemos reconocerla
como la manifestación de un conflicto relacionado a cómo estamos viviendo
nuestra sexualidad, de cómo estamos con nuestra pareja y nuestras emociones, de
cómo estamos ante el saber poner límites sanos.
La infección viene a
representar una manera muy física y real de poner un alto a la entrada del
otro, es decir, “debido a esta infección nadie puede entrar aquí” y esa razón
nos habla de una inconformidad con la manera en que estamos emocional y
sexualmente con nosotras mismas, porque más allá de no permitir que algo entre
a tu vagina, la emoción profunda es que no quieres permitir que alguien entre a
tus emociones. Pareciera que el cuerpo nos esta protegiendo de algo y debemos
dar luz a esa zona oscura, ver de qué se
trata.
Puede ser que no te sientas
a gusto teniendo intimidad con la persona con la que estás y que termines
accediendo por miedo a decir que “no” o a las consecuencias reales o
imaginarias de decir ese “no”, puedes pensar que tal vez puedas herir los
sentimientos de la pareja, o sentir presión por cumplir con lo que se espera
que haga una mujer plena y libre. Puede que sea una señal de que no estás lista
para enamorarte y dejar entrar a tu corazón a alguien, también suele significar
que tienes miedo a ser lastimada y es una manera muy sabia de tu cuerpo de
protegerte de esto. Tal vez sientas inseguridad sobre las personas con las que
te estás relacionando, que sientas que estas descuidando tu salud sexual, en
fin, hay muchas razones por las cuales la candidiasis puede presentarse y es la
manera más sabia de tu cuerpo de hacerte mirar un poco tus emociones, de parar
el ritmo de tu vida y detenerte a revisar cómo estas y cómo te sientes.
Cuando te vuelva a suceder,
te recomiendo que tomes un tiempo de tu día para estar a solas en tu cuarto o
lugar seguro, pongas música relajante, velas, incienso o cualquier cosa que te
ayude a estar más tranquila, pongas una toalla sobre tu cama te acuestes en ella
sin pantaletas y tengas cerca de ti un poco de yogurt natural o yogurt de leche
de búlgaros junto con una cuchara o jeringa sin aguja, introduce un poco en tu
vagina y pon en tu vulva un poco del yogurt y mientas tienes todas las
sensaciones que produce este remedio natural, te quedes acostada con tus
piernas abiertas y sólo respira. Enfócate sólo en tu respiración, dándote
cuenta de cómo estás respirando y empieza a darte cuenta de las emociones,
sensaciones, ideas que van pasando por tu cuerpo y por tu mente, confía en que
esas imágenes, emociones e ideas tienen un sentido profundo, que hay algo de
esa información que es la razón por la cuál tienes esta manifestación en tu
cuerpo que te permite gritarle al mundo que “no” quieres algo. Cuando
reconozcas qué es, no te juzgues, sólo date cuenta de qué esta pasando en tu
vida que te hizo necesitar esta infección. Lleva tus manos sobre tu vientre,
imagina tus manos llenas de luz radiante plateada y blanca y agradece a tu
cuerpo por su sabiduría, haz un compromiso consciente por sanarte física y
emocionalmente; y cuando te sientas lista toma una hoja y pluma y empieza a
escribir todo lo que quieras y salga de ti. Al final de esto tendrás más claro
qué es lo que tienes que hacer o cambiar en tu vida cotidiana para estar más
plena y evitar que tu cuerpo enferme para que te vuelvas a dar cuenta.
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