El cólico menstrual, una
oportunidad para revisar tus emociones ante tu feminidad.
Mayra Isel Rodríguez Garza
Psicóloga Social, Sexóloga, Moon Mother.
Terapeuta individual, de pareja. Bendiciones
y Sanaciones de Útero.
mayraisel@gmail.com
Desde el entendimiento de
que todas las dolencias físicas tienen un componente psicológico que le ha
alimentado para manifestarse de esta manera, platicaremos en esta ocasión sobre
uno de los trasfondos socioemocionales
que tienen los cólicos menstruales.
El cólico menstrual físicamente
es el espasmo en la zona del vientre producido por la contracción del útero
durante la menstruación; el grado de intensidad y dolor puede variar pero es
interesante que nos detengamos un poco a reflexionar en la aparente competencia
generada entorno a estos dolores; cuando una mujer comparte su vivencia del
dolor siempre hay alguien que contesta que para ella es aún más difícil porque
el dolor es más fuerte, la menstruación es más abundante, es más desgastante…
lo que sea para “ganar” en una especie de competencia de “veamos a quién le
duele más, quién sufre más”, cómo si esto representara sobresalir entre las mujeres
por la cantidad de dolor que “aguantas” cada mes.
El lenguaje tiene la fuerza
de crear realidades, si constantemente nos estamos repitiendo lo doloroso que
es, lo difícil que es, lo fastidioso que es, si consideramos que arruina
nuestros planes, que no nos deja trabajar a gusto, etc., etc…. Nuestra mente
procesa esta información como “oh! Algo está mal conmigo, no soy lo
suficientemente buena, ¡qué difícil es ser mujer!”… Y esto tiene un impacto
sumamente profundo en nuestra mente, cuerpo y emociones.
Este es un mensaje que
manifiesta que vivimos de manera dolorosa el ser mujer, el ciclo menstrual y la
menstruación representan el máximo símbolo de nuestra feminidad, lo que nos
hace totalmente diferentes a los hombres es nuestro útero y su capacidad de
tener sus ciclos menstruales naturales, estar en contra o inconforme con esto,
es estar en contra o inconforme con lo más profundo de todo lo que nos define
como mujeres.
Tener un problema con
nuestra feminidad, poco tiene que ver con el estereotipo de género de lo qué es
lo femenino, en realidad tiene que ver con conflictos con la identificación con
nuestra madre o figura materna, con la poca aceptación de nuestra delicadeza y
sensualidad; representa una vivencia dolorosa del ser mujer, puede ir desde
sensaciones y emociones de inseguridad al pensar que los hombres tienen menos
riesgos que las mujeres en muchos ámbitos de la vida cotidiana, hasta cosas más
sutiles como no estar conformes con nuestra sensibilidad, haciéndonos reproches
por ser sentimentales o emocionales ante lo que nos pasa cotidianamente.
De esta manera el cólico
menstrual viene a representar esa voz, esa queja, esa dolencia que esta ahí
para recordarnos que hay algo pendiente que seguir trabajando para aceptarnos
completamente.
Y para empezar este trabajo
de aceptación empezamos reconociendo en primera instancia que el hecho de tener
nuestra menstruación con su ciclo regular significa que nuestro cuerpo está
saludable, que nuestros ovarios y hormonas están funcionando de manera adecuada
y por esta sencilla razón es importante mostrarnos agradecidas a nuestro cuerpo
cuando viene nuestra menstruación. Y cuando empezamos a agradecer en lugar de
quejarnos, las cosas empiezan a cambiar.
Te recomiendo que, cuando te
des cuenta que estas vibrando en la sintonía del rechazo, de la molestia, del
fastidio, de las limitaciones en base a tu ciclo menstrual, respires profundo,
te detengas en la oscuridad, reconozcas que en lo profundo de ti mora una voz
de sabiduría, presta atención a lo que te quiere decir, sólo si te detienes,
podrás sentirla en el latido del corazón y en tu misma sangre. Acércate a un
lugar dónde puedas estar en contacto con la tierra, siéntela en tus manos y en
tus pies y siente como conectas con la oscuridad de lo profundo de la tierra,
inhala su tranquilidad, su sabiduría y su paz.
Al hacer esto, repite para
ti :
Soy una mujer bella e
inimitable,
Creada desde el amor,
talentosa,
Y con el propósito vital
único.
La Diosa lo sabe porque eres
su creación.
Después de esto quédate en
quietud y calma, date cuenta de cómo tu
intuición se incrementa, aprende a escucharla y hacer lo que te pide, lo que
sabes que necesitas; es así como nos iremos reconciliando con esta fase del
ciclo menstrual y por ende, con nuestra feminidad.
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